Asómbrense que después de aquella noche, no me pude separar de la mujer con el escote. No sé si es su sonrisa, su mirada me hipnotiza; o fue su bello rostro que me pone un poco loco. En este momento se encuentra a mi lado, y tiene bien claro que está hecha un bacalao. Ahora es un pellejo, pero ella a mí me ama... Por lo menos tengo a alguien que ahora me acompañe en cama.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario